domingo, 13 de octubre de 2024

¿Y la lluvia de ayer?

Sabes cuán irremediable fuiste porque al irte, en esa fracción, el aire acomodó los objetos a su gusto y terminó dándome esa  caricia compacta;     tu menton  en    mi entrecejo, mi frente   contra tu nariz,   mi  s o n r i s a    en   tu   pecho, en ese hueco anidan nuestros hijos. 

¿Cómo puede caber tu cuerpo en este aliento apretado?
¿Cómo puede habitar tu nombre el diminuto espacio?

Quédate conmigo todas las veces que el tiempo hilvane nuestras almas.
No te vayas cuando mi boca se invente el pretexto de tu piel profunda. 
Quedate siempre que el viento enhebre nuestros nombres. 







Te amo Ximena