jueves, 29 de diciembre de 2011

Carta a ella.

Quise desnudarte en un tonto juego de prendas y fuiste más hábil,
cuando no tenia más que apostar tocaste mi espalda, ahora las alas.
Disculpa si dejo mi escalera recargada en tu ventana pero si no piensas bajar voy a subir
(por aquello que la rapunzel pos-moderna tiene los cabellos cortos).