lunes, 14 de octubre de 2019

La otredad.

Aunque quedes estática
Impasible en tu imaginación
No habrá calma ni zozobra en la vida alterna que decidiste sin mi.
Si en tu alma no hay deseo que en mi interior no haya plastificado en tu nombre.
Yo jadeo por ti si en tu mente corres libre.
Estas manos percudidas porque lavaron las cadenas con vinagre ya no las conociste.
Y la incertidumbre en tus dias tampoco viví para verla.
Si bastó el nombre de otro amigo que supo venderte una idea de paz yo me desentiendo de tus nuevos vicios.
Mi artificio ya no es la sangre y mi motivo pudo moverse lejos de ti.
Ya nunca más viví de memorias ni de simulaciones.
Jamás me volví contra mi para saciar el sucio olvido de las personas que recibí y jamás cruzaron la puerta.
No verás como me valido a través de otro, ni comparo mi experiencia, ni construyo mi persona.
La otredad no me compete.
Ni me apetecen mis contrarios.
Porque los míos han dejado.
Devastados y borrosos rastros.
De una vida que arremete
Contra uno mismo y deja a un lado.
Las memorias de unos tristes cuantos.