Solo estoy cerrando los ojos, soñando despierto.
Recuerdo mis días. No porque dominaba.
Nunca se me cuestionaron los antebrazos tensos, los ojos divagando. Los muslos como trotando. Los dientes hundidos en la carne. La lengua dando tumbos. Las espaldas arqueadas.
Me hubiera esperado un tantito más.
Que se deslizaran nuestras historias por el suelo.
Que descuidados zapatos destrozaran su habitual forma.
Que la lluvia disolviera a pedazos la pulpa.
Ya no voy a sentir algo igual.
Hubiera anticipado el temporal. Seguido al sol.
Me dueles en la extremidad amputada.
Ya ni fabricar historias porque la consciencia es implacable.
Solo recordarte transcurrido mi fatal destino.
De aquella vida que elegiste mía.
Mis pasiones descifrando el eco.
Esa tinta en tu saliva, vaho de vino seco.
Quedaste impregnada. De manera casi absoluta.
Son remedos las que te suceden.
Movimientos sin convicción, bocas tibias.
Cuerpos sin fascinación, ausencia ígnea.
Moriré esperando otro simulacro de tu temporal más bravo.
Aquí en el apando. Mi infierno bocetado.
Divisando como linea a línea te conviertes en bosquejo.
Simplificando tu rostro hasta que solo queda un dejo.
Y en el mar de mi cabeza estrelle su reflejo.
Recuerdo mis días. No porque dominaba.
Nunca se me cuestionaron los antebrazos tensos, los ojos divagando. Los muslos como trotando. Los dientes hundidos en la carne. La lengua dando tumbos. Las espaldas arqueadas.
Me hubiera esperado un tantito más.
Que se deslizaran nuestras historias por el suelo.
Que descuidados zapatos destrozaran su habitual forma.
Que la lluvia disolviera a pedazos la pulpa.
Ya no voy a sentir algo igual.
Hubiera anticipado el temporal. Seguido al sol.
Me dueles en la extremidad amputada.
Ya ni fabricar historias porque la consciencia es implacable.
Solo recordarte transcurrido mi fatal destino.
De aquella vida que elegiste mía.
Mis pasiones descifrando el eco.
Esa tinta en tu saliva, vaho de vino seco.
Quedaste impregnada. De manera casi absoluta.
Son remedos las que te suceden.
Movimientos sin convicción, bocas tibias.
Cuerpos sin fascinación, ausencia ígnea.
Moriré esperando otro simulacro de tu temporal más bravo.
Aquí en el apando. Mi infierno bocetado.
Divisando como linea a línea te conviertes en bosquejo.
Simplificando tu rostro hasta que solo queda un dejo.
Y en el mar de mi cabeza estrelle su reflejo.
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