Brota de ti la vida
Luz encarnada, filtro de circunstancias
Adormece el frío, en la penumbra, tu vientre de fogata
Me guarecen, sin saberlo, tus dos perlas mientras duermo
Reconoces mis latidos
Tus extremidades impiden el aterimiento
Tu cabello oscuro desgrana mis dedos como las raíces de un árbol disgregan la tierra
Depositas tu semilla de fe
Algún Dios soñó escanciar mi espíritu sobre tu alma.