domingo, 13 de octubre de 2024
¿Y la lluvia de ayer?
domingo, 8 de octubre de 2023
Vientre
Brota de ti la vida
Luz encarnada, filtro de circunstancias
Adormece el frío, en la penumbra, tu vientre de fogata
Me guarecen, sin saberlo, tus dos perlas mientras duermo
Reconoces mis latidos
Tus extremidades impiden el aterimiento
Tu cabello oscuro desgrana mis dedos como las raíces de un árbol disgregan la tierra
Depositas tu semilla de fe
Algún Dios soñó escanciar mi espíritu sobre tu alma.
martes, 4 de octubre de 2022
Cohesión y cordura.
- Inhíbeme -.
Me dijo y con las manos me entregaba la llave de su encierro.
Aquél espacio tibio.
Mis músculos amnésicos no saben de contornos ni texturas.
Mi lengua es un trapo, no se cual era su color original, mucho menos su verdadera extensión.
Tengo los dedos duros, como si jamás hubieran limpiado la sangre de mi madre.
Así me condiciona el cuerpo.
Que si quiero conocer la coherencia me entregue al fracaso.
Y si huyo sé que en la esquina me espera la embestida.
Despabílate y jurame que el sueño es mas pequeño que mis ambiciones.
Que este instinto ya no pertenece a mi sombra nefasta.
Agradece a la enfermedad, aunque la hayas sorteado.
Que sin haberte entregado respiraste el polvo, el que truena en mis oídos.
Así de tremulantes como estaban tus manos tengo ahora el alma.
Hecha jirones.
Te olvidaste del oscuro y nuevo lugar que son tus emociones.
Todo por abastecer a la soberbia con hilos de metas.
Y habiendo visto caer enormes gajos de sabiduría te aferraste a sentirte bien, aunque al final no lograste sostenerte ni un segundo cuando el suelo ardía.
Esa mente fragmentada, inocua en su verdad, vacía en la adversidad, objetiva en deseos perversos. Esos pensamientos soldados a la desviación: de nunca detenerse trajeron las tragedias, soplaron chispas a la sombra, intentaron en la borrasca humedecer la irremediable ráfaga.
Lamentos escuché desde entonces de mi persona reduciéndose a retazos.
Cuando percibí que el chillido era un ligero y permanente zumbido, reviré. Reparé en el daño personal.
Jamás el fuego pudo sumergirse. Ni el vapor exhalar sus entrañas.
domingo, 17 de julio de 2022
Nocturno.
Sin pensar muy bien el mensaje, haz decidido a quien enviarlo.
La inacción de hace tantos años era más valiosa en ese instante. Convenios, contratos, privilegios y detalles concedidos pero no a mí.
Hay formas arraigadas al corazón y al espíritu. Maneras en las que se puede hacer sentir especial a otra sangre.
Si era necesario perder de nuevo para valorar, ésta vez no valió el esfuerzo.
Me hubiera quedado dónde me demostraron la fase más intensa del amor. Dónde el fuego escupe apenas se manifiesta la chispa. Me habría quedado en ese espacio que construyeron solo para mí. Dónde nadie más tuvo lugar. En aquel nido donde dimos vida a los ojos más hermosos. Y con ironía nos regalaba él la vida con su latido.
Lo más terrible me tocó a mí.
El alma marchita.
Ojalá hubiera habido voluntad en ese cuerpo, pero con desgana ni siquiera se disfruta un bostezo.
El instante que viví fué un destello: mínimo.
Pero incluso en esa fracción tan diminuta demostré mi mejor versión.
En aquella ausencia solo recordaba.
Pensamientos enlazados con la nostalgia de la piel.
¿Porque se hacen extrañar así las manos? Sobre todo cuando se sujetan cotidianos objetos que revelan el tacto auténtico, la franca sujeción de otra textura.
Solo así dos superficies ásperas se entenderían. Sin esperar la tranquilidad de la humedad.
La frente tibia a punto de perder su característica. El latido incorporado al iris que perfora todo. Los colmillos revelados, la hilera de dientes, cómplices de la palpitación intensa. El cuenco lleno de vida, dónde alguna vez hubieron flores.
La espina arqueada, danza con otra. Las mandíbulas oran un lamento. Dos almas anunciadas. El calor fundiendo los alientos.
Si la plenitud puede explicarse tiene que ser un encuentro así.
Agostan los ojos y la efigie templa la luz que le filtra. Devuelve su sombra.
La virtud de la resolución invade la tensión del aire. Provoca la existencia en su fase más indómita.
lunes, 7 de febrero de 2022
Espíritu abstrayente.
Separas lo absurdo
Buscas el escapismo de mis ojos nítidos
Te derramas en mis manos, tanto que no puedo tocarte
Te diluyes y debo pensarte sin tacto
Permea la cámara y el gas escapa por la gotera
Sube y se presenta en el suelo mojado
Atraviesas paredes secas
Traspasado muro de mi soledad
Frenética danza de mis malestares
Pausas la migraña confusa, la grieta que me adorna
Bravo licor compone notas en el pozo de mi boca
Siente el cuerpo de la brisa
Aquella materia que rocía tu espalda entinta mis susurros
En tu vientre, en mis sueños
Indómito espíritu que me recorre el alma.
jueves, 13 de enero de 2022
Filtrum
miércoles, 8 de diciembre de 2021
Existencia interrumpida.
Ojalá nadie te obligue a convertirte en alguien que no quieres ser.
Que dejé tu voluntad intacta y valore el silencio de tu boca cuando tus ojos hablan.
Deseo que nadie te asfixie con la necedad de suponer todo de ti.
Y te permita conocerte a tu ritmo.
Y disfrutes la vida con las pausas que decidas, con los errores que elijas enmendar.
Espero la vida te deje construir el camino que deseas.
Y nadie te exija ninguna garantía para resguardar sus deseos.
Mereces respirar con la mente vacía. Reír y llorar la vida. Observarte sin espejos.
Ojalá nadie te estorbe.
Y respeten tus sueños, valoren tu existencia.
Porque no hay peor infierno que ser sometido a las decisiones de un egoísta.
Que no sabe disfrutar la vida. Que teme el discurso que invoca la soledad.
Ojalá la persona en quien confías te permita fallar.
Y cuando recuerdes las imágenes, no estén envenenadas.
Quiero que siempre decidas porque conozco el relieve del abismo.
Y no quiero que tu cuerpo toque el fondo inquebrantable.